En Opinión: “Sismo telúrico… y político en el gobierno de Salomón Jara” por Alfredo Martínez de Aguilar

*¿Estamos los oaxaqueños, pueblo y gobierno, preparados para enfrentar un terremoto? La respuesta lógica y natural es ¡NO! Simple y sencillamente ¡NO! Estamos preparados. Urge prepararnos.

* No menos importante es eficientar la operación política de las áreas neurálgicas involucradas estratégicamente, para inhibir y desactivar permanentemente la serie de conflictos prefabricados.

A partir de hechos conocidos por todos los oaxaqueños, con el realismo informado del optimista, en un ejercicio de creación de escenarios futuros, aventuramos una provocadora reflexión pública.

Sin pretender erigirnos en pitoniso ni agorero del desastre, Dios, guarde la hora de semejante atrevimiento, lanzamos nuestro cuarto a espadas, para advertir a pueblo y gobierno los riesgos.

En el mundo de las posibilidades caben todas las probabilidades. Dado los letales terremotos ocurridos en Turquía y Siria, y siendo Oaxaca zona altamente sísmica, no debemos descartar estos.

Obligado es preguntar en tales condiciones hipotéticas: ¿Estamos los oaxaqueños, pueblo y gobierno, preparados para enfrentar una catástrofe de esta naturaleza, dimensión y magnitud?

La respuesta lógica y natural es ¡NO! Simple y sencillamente ¡NO! Estamos preparados para enfrentar un terremoto. De entrada, hay grave déficit de unidades de sangre en los Servicios de Salud. 

Aun cuando seguramente de manera oficial no sea aceptado y menos reconocido, también es grave el déficit de camas en clínicas y hospitales de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO).

Pero el mayor problema lo representa en el estado, sobre todo, la grave falta de medicamentos e insumos de salud, así como equipo y falta de personal médico, de enfermería y técnicos de salud.

Indispensable es, por tanto, eficientar al máximo de manera óptima las previsiones en la Agenda Estatal de Riegos, en virtud que no es descartable que un macrosismo pueda ocurrir en Oaxaca.

Urge hacer un vehemente llamado desde el Gobierno del Estado a todos los oaxaqueños para convocarles a donar sangre, a efecto de contar con el vital tejido que puede salvar muchas vidas.

El gobernador Salomón Jara Cruz debe demandar el invaluable apoyo del presidente Andrés Manuel López Obrador para adquirir el stock necesario y suficiente de medicamentos e insumos.

No menos importante es eficientar la operación política de las áreas neurálgicas involucradas estratégicamente, para inhibir y desactivar permanentemente la serie de conflictos prefabricados.

En este sentido, obligado es intensificar la prioridad de contar con mayor eficacia en el trabajo de inteligencia, a fin de adelantarse a los acontecimientos por sobrevenir en las diversas regiones.

Intereses oscuros y mezquinos, insisten en sabotear los planes y programas de Salomón Jara, particularmente los proyectos prioritarios del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Estos intereses de iure y de facto están vinculados a organizaciones políticas y sociales, radicales y sindicatos de transportistas violentos, así como a grupos armados y la delincuencia organizada.

A quienes lo duden por ingenuidad, ignorancia o complicidad, ahí está el resurgimiento, una y otra vez, de la brutal violencia en la zona triqui entre el MULT, MULTI y UBISORT para impedir la paz. 

O bien el ataque abierto al personal del Juzgado Civil de Huajuapan de León y la destrucción de este, así como la agresión a periodistas por CATEM Joven y el Frente Nacional Indígena (FNIC)-CTC. 

Los periodistas Nathalie Gómez y Saúl Salazar fueron agredidos por documentar la violencia contra la sociedad e inmuebles públicos. Condenamos la agresión y exigimos Justicia a la Fiscalía General.

Ahí está a la vista de todos, la violencia prefabricada, para generar ingobernabilidad en el estado. Ante los hechos no hay pretextos que valgan. La terca realidad finalmente termina por imponerse.

Paralelamente, se informa de avances en los esfuerzos para concluir la carretera Barranca Larga-Ventanilla. Sin embargo, por ahora, los acuerdos de San Vicente Coatlán, Ejutla, son unilaterales.

Falta la anuencia de la Villa Sola de Vega para repartir al 50 por ciento las 19, 600 hectáreas en disputa, lo que no ha sido aceptado, según ha trascendido, pese a los esfuerzos gubernamentales.

Y por si faltaran conflictos prefabricados, ahí sigue el plantón de los egresados de las once Escuelas Normales frente al edificio del SNTE-CNTE que enloqueció a la ciudad con los bloqueos del MULT.

Muy grave resulta, por cierto, renunciar a aplicar la ley para garantizar la libertad de tránsito y de trabajo, y ordenar desalojar al personal del Palacio de Gobierno. Es un precedente negativo.

Los activistas y milicianos de la Coordinadora Estudiantil Normalista del Estado de Oaxaca (CENEO) preparan con sus prácticas de campo guerrilleras el estallido del conflicto magisterial en mayo.

A su vez, los activistas y milicianos de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) pretextarán desde la Sección XXII del SNTE el incumplimiento de una serie de demandas.

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