Tamaulipas, Agosto 08 2020.-El faro de Tampico, ha sido la guía de los navegantes por 137 años consecutivos, sus destellos entraron en funciones en 1883, primero su luz era generada con aceite de ballena, posteriormente con petróleo y desde la modernización al introducir a electricidad es un foco el que emite la luz.
Manuel Aceituno Rodríguez, capitán de altura, hace referencia que el faro se encuentra en la colonia La Barra de Ciudad Madero, pertenece a un grupo de estructuras en su tipo que fueron colocados a finales del siglo XIX y principios del XX y legalmente pertenece al Puerto de Tampico.
Este forma parte de un programa de deslizamiento de puertos mexicanos como el de Veracruz, Coatzacoalcos, Salina Cruz, Manzanillo, Mazatlán; todos los principales del país y entre ellos se encuentra el faro que se ubica la torre que se encuentra entre los límites de los estados de Veracruz y Tamaulipas.
Hay varios en su tipo, pero el de aquí es muy significativo, pues data del siglo pasado y en su momento operó con un quemador de petroleo, pero cuando vino la modernización de todas las señales marítimas, se introdujo la energía eléctrica y este quedó funcionando con un foco traído de Francia.
Cada faro tiene su sistema de señalamiento, en el caso del de Tampico emite tres -porque cuando uno llega a un puerto, lo confirma por el número de luces que expide, cada seis segundos, y es conocido por su tipo de recalada, que con sus mensajes a través de su iluminación, muestra por donde se encuentra el canal de navegación.
El capitán retirado, comentó que cada faro en el mundo ocupa diferentes colores de destellos, rojo o blaco, depende del sitio donde se encuentre, según el tipo de lugar, para mostrar que se trata de islas o arrecifes.
Cuando se cuenta con una estructura como esta, se da a conocer sus características en todo el mundo, desde sus destellos y queda establecido, por ello no puede ser modificando.
Para entrar, se requiere de un permiso que se tramita en las instalaciones de API Tampico.
Carolina infante Pacheco, cronista de la urbe petrolera, explicó que actualmente la estructura forma parte del catálogo del Instituto Nacional de Antropología e Historia y son ellos quienes dan el mantenimiento a través de API que es quien paga.
Esto siguiendo las recomendaciones para hacer las modificaciones y utilizando material que no afecte su originalidad.
En el Tomo II de “La huasteca tamaulipeca”, Joaquín Meade afirma que “en el primer tercio del siglo VXI, Nuño de Guzmán mandó a levantar una torre en La Barra, en la que ordenó se colocara un farol”, y que más de doscientos años después, en 1860, “se colocó una farola en un mástil de veinte metros que tendía don Teófilo Estrada”.
La construcción de este primer faro coincide precisamente con la aparición en Tampico del uso del queroseno como combustible para el alumbrado, este combustible hizo factible la colocación del faro de 1860. Antes de este año, se utilizaba el aceite de ballena.
También menciona que el faro fue construido en 1879 “bajo la dirección e inspección del ingeniero civil don J. Ramón de Ibarrola en los talleres de la Kistones Briged Company, en Pittsburgh”, según el finado cronista de Ciudad Madero, don Eduardo Infante Álvarez.
Respecto al sitio en que se erigió la torre del faro, Torres y fuentes apuntan que debido a que el “terreno era arenoso de poca resistencia se hizo necesaria la ejecución de un pilotaje en la base, de forma hexagonal, y de 8.2 metros por lado, teniendo que gastar en los cimientos la suma de 16 mil 500 pesos.
La luz producida por este faro estaba compuesta de un grupo de tres destellos blancos cada segundo. Siendo un faro de segundo orden, tenía una intensidad luminosa de 36 unidades de 100 lámparas cárcel.
Fue el 5 de Febrero de 1883, días antes de quedar establecida la línea telegráfica entre Tampico y la Huasteca veracruzana, fue inaugurado el faro de La Barra, con la asistencia de diversas autoridades, y gran número de comerciantes.
Alfonso Casados asegura que “los destellos del faro llegaron a ser muy conocidos a raíz del auge petrolero que provocó la fiebre del oro negro en Tampico, en la segunda década del presente siglo”.
El faro tiene 40 millas de alcance -70 kilómetros mar adentro- pero depende de la visibilidad que los tres destellos puedan verse; tiene 40 metros de alto, en su interior una escalera de caracol con 208 escalones.
Pedro Sors, (cargo), platica que este faro fue mandado hacer por el entonces presidente de México, Porfirio Díaz; considerado de los últimos realizado de anillos de fierro aún en operación.
Las luces, forman parte de un código único que identifica al lugar como Puerto de Tampico y está escrito en los libros de navegación de todo el mundo.
“En la carta de navegación dice, que al momento de comenzar la luz, es que nos encontramos a 14 millas de distancia de Tampico, mientras que los cristales fueron traídos de Checoslovaquia en su momento, que ayudaban a que el reflejo de la luminosidad fuera más esplendorosa”, dijo.
