La Conafor no acreditó avances en proteger la superficie forestal, señala la ASF

La Comisión Nacional Forestal (Conafor) desconoce en qué medida su programa de Protección Forestal —al que se le destinaron 1,043.3 millones de pesos en 2020— contribuyó a «proteger la superficie forestal» del país, así como cuál fue su repercusión en el desarrollo económico incluyente, determinó la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

(Cuartoscuro)

En la revisión que el órgano fiscalizador hizo al programa, encontró que este careció de claridad y concreción en el problema público en el que se pretendió incidir; tampoco se acreditó la ejecución de la totalidad de las actividades destinadas a la prevención y detección de incendios, plagas y enfermedades forestales, y tampoco se acreditó el combate y control de siniestros relacionados con el fuego.

«Al no demostrar su imputabilidad con la gestión del programa y al carecer de la evidencia documental al respecto, no acreditó que existieron avances en la protección de la superficie forestal, a fin de que la población tuviera acceso a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar, conforme a lo mandatado por la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente», advirtió la auditoría de desempeño respecto de la operación del programa.

La Conafor señaló que, debido a 428 adecuaciones presupuestarias relacionadas con transferencias al Ramo 23, de Provisiones Salariales y Económicas, tuvo 21.7% menos recursos de lo que se le había destinado, una tendencia que se vio en los últimos seis años. De 2014 a 2020, el presupuesto ejercido por el programa disminuyó en 62.1%, al pasar de 2,750.1 millones de pesos a 1,043.3 millones. El programa está dirigido a prevenir, detectar, combatir y controlar los incendios, las plagas y las enfermedades en la superficie forestal, a fin de contribuir a su protección. Para ello se realizaron 18 acciones destinadas a la prevención y detección de los siniestros vinculados con el fuego y las formas de vida vegetal, animal o de agentes patogénicos dañinos, y 12 para el combate y control de incendios, en las que se encontraron deficiencias.

«La definición del problema en el que se pretendió incidir careció de claridad y concreción, al no delimitar cuantitativamente la superficie forestal afectada, ni el tipo de incendios que más inciden en la afectación (…) se careció de una alineación de los objetivos con la planeación nacional de mediano plazo; los objetivos definidos no permitieron sustentar la relación causa-efecto directa que existe entre los diferentes niveles, y los indicadores establecidos para medir los objetivos de nivel fin, componente y actividad no fueron adecuados para valorar el desempeño del programa», señaló la ASF.

Fallas en la operación La Conafor no acreditó tener la conceptualización de los términos de prevención y detección de incendios, plagas y enfermedades forestales, ni del combate y control de los siniestros relacionados con el fuego en un documento formalmente establecido y autorizado, ni contó con los criterios para determinar, clasificar y delimitar las acciones que realizó en cada uno de esos rubros con la operación del programa.

En la prevención de incendios, plagas y enfermedades forestales , en 14 de las 16 acciones realizadas no demostró los criterios que permitieran verificar que su clasificación se correspondió con dicho concepto, y en 15 no se acreditó la evidencia de su ejecución. En la detección de incendios, plagas y enfermedades forestales , en la mitad de las 10 acciones no demostró los criterios que permitieran verificar que su clasificación se correspondió con dicho concepto, mientras que en ninguna se justificó la documentación de su realización.

En el combate de incendios forestales , en 10 de las 12 actividades realizadas no se demostraron los criterios que permitieran verificar que su clasificación se correspondió con dicho concepto, y en ninguna se demostró la evidencia de su ejecución.

Respecto del control de incendios forestales , no se acreditaron los criterios que permitieran verificar que su clasificación se correspondió con dicho concepto ni se demostró la evidencia de su realización. En cuanto a la protección de la superficie forestal , no se dispuso de metodología o mecanismos, ni se acreditó el diseño de indicadores para cuantificar la contribución del programa al respecto, su repercusión en el desarrollo económico incluyente y la atención del problema identificado.