En Opinión: «En memoria del histórico árbol de la Calzada de la República» por Mario G. Reyes

Adiós hermoso higo te vamos a extrañar, nos vas a hacer mucha falta.

Durante mucho tiempo fuiste testigo de la historia de Oaxaca, con tu enorme altura de casi 30 mts.

Mirabas todo lo que pasaba a tu alrededor con tus enormes ramas y majestuosa copa, donde llegaban muchos pajaritos y hasta loros que al oírlos en la mañana era un deleité; te toco ver diferentes épocas que si hablaras, seguramente tendrías mucho que contarnos.

También te toco ver las aguas cristalinas del río de Jalatlaco donde se encuentran tus raíces, viste como nadaban y jugaban los niños de aquella época, en el río donde también los curtidores lavaban sus pieles.

Fuiste testigo de la bravura y desastre que hacía el río cuando este crecía, el enorme ruido que hacía y como arrastraba todo lo que encontraba a su paso inclusive seres humanos, pero a ti nunca te pudo hacer nada, por más bravo y crecido que estuviera, siempre permaneciste de pie con tu enorme tronco.

Fuiste testigo de las leyendas del barrio de Jalatlaco como “ La llorona” y “ La matlazihua” quienes se aparecían en el río o la leyenda de “ El padre que maldijo el río” por haberlo hecho caer en sus aguas con los santos óleos, por nombrar algunas.

Te toco ver como se contaminaron las aguas cristalinas del río, convirtiéndose en aguas negras ante la irresponsabilidad de los seres humanos los cuáles vertieron sus deshechos; después te toco ver que entubarán el río para dar paso a la calzada de la República y ahí permaneciste en una de las plazuelas de dicha calzada, siempre con tu majestuosidad, siendo un enorme pulmón no solamente para los habitantes del histórico barrio de Jalatlaco, sino también para toda la ciudad.

Hoy yaces tirado cuan enorme eres, lo que la bravura y fuerza del río no logró, lo hizo el viento, no pudiste defenderte porque tal vez estabas enfermo; han llegado los leñadores con motosierras y han estado mutilando tus partes durante días, se han llevado camionetas repletas con tus troncos, y parece que no te han hecho nada, sigues ahí con toda tu majestuosidad aunque tirado a una semana de haber caído; siento que no te valoramos y cuidamos, ahora estás ahí tirado con tus grandes ramas que parecen enormes brazos abiertos, con el tronco mirando al cielo y queriendo decirnos algo, tal vez la injusticia que cometemos con la naturaleza o la apatía y negligencia de las autoridades municipales; adiós hermoso higo te vamos a extrañar, nos vas a hacer mucha falta.

Arq. Mario G. Reyes Navarro – Ex presidente del COMVIVE del barrio de Jalatlaco