Durante 17 meses, la entonces PGR estuvo tras la actriz para ver si era posible procesarla por delitos como delincuencia organizada, según El País.
El gobierno de Enrique Peña Nieto supo cuándo y dónde se reuniría la actriz Kate del Castillo y Joaquín “El Chapo” Guzmán gracias a un correo electrónico anónimo, de acuerdo con una indagatoria a la que tuvo acceso El País.
Según el relato judicial, la administración de priista recibió un correo el 24 de septiembre de 2015, casi tres meses después de la fuga de Guzmán del penal de máxima seguridad El Altiplano.
El mensaje advertía a las autoridades que la actriz planeaba encontrarse con el líder del cártel de Sinaloa porque quería producir una película sobre su vida.
“El próximo 25 de septiembre del 2015 se reunirá con él en el poblado de la Tuna, en Badiraguato, Sinaloa, solo necesitarán seguirla o intervenir sus teléfonos para que verifiquen lo que les estoy diciendo”, cita El País en una nota publicada el sábado.
El medio español refiere que desde ese día, Del Castillo se volvió oficialmente un objetivo de la entonces Procuraduría General de la República (PGR), y lo siguió siendo mucho después de que el narcotraficante fuera recapturado unos meses más tarde, en enero de 2016.
Tras consultar la investigación del gobierno, El País indicó que durante 17 meses, la PGR se valió de intervenciones telefónicas, inteligencia, auditorías fiscales, entrevistas testimoniales y cooperación con la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) para ver si era posible procesar a la actriz por delitos como delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita y encubrimiento, todo tomando como punto de partida sus intercambios y su encuentro con el narcotraficante.
Las pruebas no sirvieron para asociarla con el cártel de Sinaloa ni revelaron que hubiera dinero del capo detrás del tequila que promocionaba ella.
Sin embargo, el proceso dio paso a una larga historia con filtraciones de chats, acusaciones cruzadas, demandas y un encuentro entre uno de los mayores narcotraficantes del mundo, el actor Sean Penn, Kate del Castillo y dos productores de Hollywood.