Más de 1,700 civiles, entre ellos 429 niños, murieron desde el comienzo de la intervención rusa contra regiones rebeldes en Siria hace cinco meses, anunció este miércoles el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
«Desde el 30 de septiembre, los ataques aéreos rusos causaron 4.408 muertos, entre ellos 1,733 civiles, de los cuales 429 niños y 250 mujeres», informó el OSDH.
Más del 60% de las víctimas son combatientes, entre ellos 1,492 insurgentes y yihadistas del Frente al Nosra, el brazo sirio de Al Qaeda, y 1,183 miembros del grupo Estado Islámico (EI), precisó esta organización, que cuenta con una red de fuentes en Siria.
Rusia, aliada del régimen del presidente Bashar al Asad, afirma atacar al EI y a otros grupos «terroristas» opuestos al gobierno.
Pero los países occidentales y los activistas antirrégimen la acusan de concentrar los bombardeos en los rebeldes calificados de «moderados».
