Riguroso, el proceso para el nuevo equipo de la Comisión Europea

  • Los eurodiputados tumbaron, por vez primera, dos candidaturas antes de llegar al examen de la comisión parlamentaria correspondiente

Bruselas.- El proceso de aprobación de los candidatos a formar parte del nuevo equipo de la Comisión Europea está lejos de ser una formalidad en un Parlamento Europeo que se ha mostrado más riguroso que nunca.

Los eurodiputados tumbaron, por vez primera, dos candidaturas antes de llegar al examen de la comisión parlamentaria correspondiente. Las nominaciones de la socialista rumana, Rovana Plumb, para la cartera de Transporte, y del conservador húngaro László Trócsányi, propuesto para Vecindad y Ampliación, quedaron sepultadas antes de iniciar las audiencias, el pasado 30 de septiembre.

Plumb, quien de enero de 2018 a febrero de 2019 encabezó tres distintos ministerios, fue incapaz de esclarecer las polémicas que la persiguen en casa, desde un préstamo por un millón de euros para financiar a su propio partido, hasta el haber “olvidado” incluir en su declaración patrimonial una camioneta de lujo.

En tanto que Trócsányi generó ruido por el posible conflicto de interés que podría generar su nuevo cargo en Nagy & Trócsányi, una bufete de abogados que fundó. También incomodó a los eurodiputados el haber sido el “artífice”, entonces como Ministro de Justicia, de la reforma que socavó gravemente el sistema de justicia húngaro.

“Hay un claro conflicto de interés, no pueden asumir los cargos que les han sido asignados”, resumió Manon Aubrey, eurodiputada de Izquierda Unida y miembro del Comité de Asuntos Legales.

Desde el 2004 cuatro candidaturas habían caído ante la Eurocámara. Entre los casos más llamativos estuvo el del italiano Rocco Buttiglione, quien reprobó por sus comentarios acerca de las mujeres y la homosexualidad; y el de la ex primera ministra eslovena Alenka Bratusek, quien tuvo que retirarse luego de que ella misma se postulara en 2014 a la vicepresidencia de la Comisión Europea tras perder las elecciones en su país.

Sin embargo, nunca antes un candidato había reprobado antes de comparecer ante el órgano parlamentario responsable de su cartera.

“El Parlamento ha exhibido nuevos músculos haciendo uso de nuevos poderes que le han permitido investigar las declaraciones de intereses económicos de los candidatos”, dice Paul Butcher, analista del European Policy Centre.

Además del fiasco húngaro y rumano, tres candidatos han pasado dificultades: la francesa Sylvie Goulard asignada a Mercado Interior, la sueca Ylva Johansson para Asuntos del Interior, y el polaco Janusz Wojciechowski de Agricultura.

Todos mostraron un pobre desempeño durante las audiencias y se fueron con preguntas sin contestar, aunque de la terna, Goulard es la que está en más aprietos.

La candidata del presidente francés Emmanuel Macron fue intensamente cuestionada sobre los servicios que prestó, paralelamente al ejercicio de eurodiputada, al instituto estadounidense Berggruen, entre octubre de 2013 y enero de 2016, y por los cuales recibió un salario de más de 10 mil euros mensuales. Goulard quedó de entregar una lista exhaustiva de las actividades que hizo para el think tank.

Butcher sostiene que los eurodiputados tenían material para ejercer mayor presión en otras candidaturas, como la del español Josep Borrell, asignado al puesto de Alto Representante de la Política Exterior, pero fueron muy cuidadosos para no alterar el frágil equilibrio de fuerzas, resultado de los comicios europeos en el que socialistas y populares perdieron la mayoría.

“Si bien los grupos políticos a favor de Europa siguen siendo mayoría, actuaron con extremada precaución, no quisieron darle más municiones a la extrema derecha”, sostiene el experto en política comunitaria.

“Las audiencias son un importante hito en la democracia europea, aunque en la práctica se han visto minadas por la realidad política”, puntualiza.

Al margen del proceso de aprobación, algunos títulos y portafolios de la futura Comisión han generado controversia.

Algunos parecen duplicarse, por ejemplo, la checa Vera Jourová y la croata Dubravka Suica, se ocuparán de asuntos sobre democracia; otros son blanco de críticas, como el título de la cartera bautizada como “protección del estilo de vida europeo”, que ocupará el griego Margaritis Schinas.

Varios grupos políticos han reclamado un cambio de nombre a la cartera que se hará cargo de temas como migración, al considerarlo un guiño a la ultraderecha por parte de Von der Leyen.

El próximo 17 de octubre, la Conferencia de Presidentes de los distintos grupos políticos decidirá si ha recibido información suficiente para declarar el proceso de audiencias cerrado. Para entonces, deberá quedar cerrada la lista de los 26 candidatos propuestos por los Estados miembros para el futuro Colegio de Comisarios. La Comisión en su conjunto, será electa o rechazada el 23 de octubre en Estrasburgo. Está previsto que entre en funciones el 1 de noviembre.

¿Comisario británico?

Dado que el Reino Unido “abandonará” la UE el 31 de octubre, el gobierno del premier Boris Johnson no presentó candidato.

Pero si Gran Bretaña solicita una nueva prórroga y el bloque la concede, deberá designar a un comisario, de acuerdo con la normativa del tratado de la Unión.

Al enviado británico le asignarán una cartera, la cual ocupará hasta que el país formalmente abandone el club.

El próximo 17 y 18 de octubre, los Jefes de Estado y de gobierno de la UE celebrarán una cumbre en la que deberán decidir si aceptan o rechazan los términos de Johnson para una salida alternativa a la inicialmente pactada entre Londres y Bruselas.