Chile: La movilización social ya cumplió un mes y no se ve cuándo se detenga. 85% no quiere a Piñera

Chile iba a acoger en noviembre y diciembre dos de las citas internacionales más importantes del año: la reunión anual del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), en la que EU y China iban a firmar la tregua comercial, y la conferencia contra el cambio climático COP25, que había generado gran expectación por la participación de la joven activista sueca Greta Thunberg.


Era la oportunidad de Sebastián Piñera para mostrarle al mundo que Chile era un “oasis” de estabilidad en la convulsionada Latinoamérica, tal y como había definido al país en una entrevista días antes del estallido social. El mandatario anunció el 30 de octubre “con profundo dolor” la cancelación de ambos eventos para centrarse en “restablecer plenamente el orden público”.

Santiago de Chile, 19 de noviembre 2019.– Lo que empezó siendo un llamado de los universitarios chilenos a colarse en el metro de Santiago para protestar contra el aumento de la tarifa se ha convertido en la mayor convulsión social desde la caída de la dictadura de Augusto Pinochet en 1990.

Estos son los principales hitos de una revuelta que este lunes cumple un mes y en la que decenas de miles de manifestantes han cantado a diario la misma consigna en las calles: “Chile despertó”.

EVASIONES MASIVAS Y TOQUE DE QUEDA

Luego de una semana en la que cientos de estudiantes protagonizaron masivas entradas al suburbano sin pagar, el caos estalla en Santiago el 18 de octubre: varias estaciones de metro son incendiadas, arden el edificio de la compañía eléctrica Enel y una sucursal del Banco de Chile y se producen cruentos enfrentamientos entre manifestantes y policías.

El Presidente de Chile, Sebastián Piñera, llega al palacio presidencial de La Moneda en Santiago, Chile, el lunes 18 de noviembre de 2019. Foto: Esteban Félix, AP

El presidente de Chile, el conservador Sebastián Piñera, decreta el estado de emergencia, saca a los militares a la calle y se ordena un toque de queda, que durará ocho días y se extenderá a otras ciudades, algo inédito en democracia. Las imágenes de tanquetas y soldados armados con fusiles patrullando hicieron a muchos recordar las peores épocas de la dictadura.

“GUERRA” E “INVASIÓN ALIENÍGENA”

En unas polémicas declaraciones el 20 de octubre, que muchos calificaron de provocación y que le persiguen desde entonces, Piñera dijo que Chile estaba “en guerra contra un enemigo poderoso” y pidió unirse “en esta batalla que no podemos perder”.

Dos días después, se viralizó en las redes sociales un audio de su esposa, Cecilia Morel, en el que comparaba las manifestaciones con “invasiones alienígenas” y le decía a una amiga que “vamos a tener que disminuir nuestros privilegios y compartir con los demás”, lo que enfureció aún más a los manifestantes y evidenció la total desconexión de las élites con una sociedad harta de los abusos.

Un grupo de personas protestan contra la represión de las protestas sociales en Chile, en una manifestación celebrada en Ciudad de México, el domingo 17 de noviembre de 2019. Foto: Christian Palma, AP

LA MARCHA MÁS GRANDE DE LA DEMOCRACIA

Más de 1.2 millones de personas tomaron las calles de Santiago el 25 de octubre para clamar contra el desigual modelo económico del país, pese a que Piñera había pedido perdón por su “falta de visión” y había anunciado días atrás un tibio paquete de medidas sociales, que incluía el aumento del salario mínimo o la reducción del sueldo de los parlamentarios.

Es la mayor demostración de fuerza que ha tenido hasta ahora el movimiento y la mayor concentración de los últimos 30 años en Chile. Las imágenes de una Avenida Libertador Bernardo O’Higgins en la que no cabía ni un alfiler dieron la vuelta al mundo.

Los manifestantes antigubernamentales se agachan detrás de escudos improvisados hechos de barriles de metal durante enfrentamientos con la policía en Santiago, Chile, el jueves 14 de noviembre de 2019. Foto: Esteban Félix, AP