Miles se manifiestan en Virginia a favor de control de armas

Miles de activistas a favor de las armas de fuego, algunos portando sus rifles estilo militar, llenaron las calles circundantes al Capitolio de Virginia para protestar contra los planes de la legislatura del estado de aprobar una ley de control de armas.

El gobernador Ralph Northam declaró un estado de emergencia temporal el día antes del evento, prohibiendo todas las armas, incluyendo pistolas, en el evento en la Plaza Capitolio. La participación esperada de grupos radicales y supremacistas blancos elevaron los temores de otro estallido de violencia como el ocurrido en Charlottesville en 2017.

Los manifestantes de Richmond, quienes en su mayoría eran hombres blancos, salieron en grandes cantidades hoy a pesar del frío.

“El gobierno no nos dirige, nosotros dirigimos al gobierno”, dijo Kem Regik, un agente de seguridad privado de 20 años del norte de Virginia que llevaba una bandera blanca con una imagen de un rifle con la leyenda, “Ven y llévatelo”.

Northam era el principal foco de la ira de los manifestantes. Una pancarta mostraba su foto sobrepuesta en el cuerpo de Adolfo Hitler.

Miles de activistas a favor de las armas de fuego, algunos portando sus rifles estilo militar, llenaron las calles circundantes al Capitolio de Virginia para protestar contra los planes de aprobar una ley de control de armas.

Muchos de los manifestantes iban en ropa de camuflaje. Algunos ondeaban banderas con mensajes en apoyo al presidente Donald Trump.

Trump, a cambio, tuiteó en apoyo a sus objetivos.

“El Partido Demócrata en el Gran Estado de Virginia trabaja mucho para quitar sus derechos de la 2da Enmienda”, tuiteó. “Es sólo el inicio. No permitan que suceda, ¡VOTEN REPUBLICANO EN 2020!”.

La policía estatal de Virginia, la policía del Capitolio de Virginia y la policía de Richmond tenían fuerte presencia en el lugar, con agentes desplegados en azoteas y otros patrullando en autos y bicicletas.

Las autoridades intentaban evitar que se repitiera la violencia que brotó en Charlottesville durante una de las protestas más grandes en una década de los supremacistas blancos y otros grupos de la extrema derecha.