Nissan comunica el cierre de su planta de Barcelona

Barcelona.-La empresa genera 3,200 empleos directos y unos 25,000 indirectos. Unos 1,000 empleados se han concentrado a sus puertas tras conocer la decisión. Las plantas de recambios de Ávila y Cantabria quedan fuera de la decisión

Nissan ha comunicado esta mañana el cierre de su factoría de Barcelona al Ministerio de Industria. Las instalaciones generan 3,200 empleos directos y unos 25,000 indirectos, en tres instalaciones, la principal de Montaje en Zona Franca y las satélites de Montcada y Sant Andreu de la Barca. El cierre, según han concretado Gianluca de Ficchy, presidente de Nissan Europa, y Frank Torres, responsable del proceso de desmantelamiento de las instalaciones, está previsto para diciembre, tras un proceso de consultas con la plantilla.

Nissan ha desvinculado de la decisión sobre Barcelona a sus otras dos instalaciones industriales en España. La factoría de Ávila, con unos cuatrocientos empleados, está en pleno proceso de adaptación para la producción de recambios para Renault, tras producir su último camión el pasado agosto. El pasado febrero comenzaron las labores para erigir una nueva nave de estampación. De otro lado, la factoría cántabra de Los Corrales, por otro lado, con 600 empleados, trabaja en gran parte para Sunderlad, cuya actividad se verá previsiblemente reforzada tras el cierre de Barcelona.

Ávila es una planta que fabrica recambios para Nissan y Renault. Cantabria hace fundición. Están bajo el paraguas de Nissan y van a seguir así. Ambas tienen sus propias actividades industriales en el futuro y no tienen ninguna relación directa con Barcelona», ha detallado De Ficchy en una rueda de prensa, en la que también ha adelantado que el nuevo todocamino eléctrico Ariya, en el que muchos veían una posible salvación para Barcelona, se producirá en Japón. Según De Ficchy, el futuro de la instalación catalana no podría asegurarse ni siquiera con la asignación de un nuevo modelo, debido a la caída global en la demanda en el mercado de vehículos comerciales y pick up.

Tras el confinamiento la planta reabrió, pero para cerrar dos días después por causa de la huelga indefinida que mantenían los trabajadores de Montcada desde el pasado 4 de mayo, ante la pérdida de carga de trabajo de la factoría y la incertidumbre sobre su futuro. Según el Comité de Empresa, la dirección quería abrir únicamente para terminar un pedido de pick up de Mercedes, antes de que el contrato expirara, este mes de mayo. Nada más conocer la decisión de cierre, unos 1,000 empleados de la multinacional se han concentrado ante sus puertas.

Industria ha propuesto a la cúpula de la multinacional en Japón la creación de un grupo de trabajo para «estudiar escenarios alternativos que garanticen la continuidad de la actividad industrial». Pese a la decisión de Nissan, creen que la continuidad de la empresa es «posible» mediante el plan de viabilidad que el equipo de Reyes Maroto presentó hace meses a la multinacional, en el que se estimaba en 300 millones el coste de adaptar las instalaciones para producir un nuevo modelo eléctrico.

Makoto Uchida, CEO de Nissan, ha asegurado en rueda de prensa desde Japón que el cierré, una decisión «muy difícil», «está decidido», y «ya han comenzado las discusiones y preparativos». La intención es mantener la factoría de Sunderland, en Reino Unido, como su único centro de producción de vehículos en Europa.

En octubre, la Generalitat de Cataluña dio luz verde a una subvención de tres millones de euros para la construcción de una nueva planta de pintura repartida entre 2020, 2021 y 2022, para este fin. Y el pasado enero, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguró, tras reunirse con la cúpula de la Alianza Renault Nissan en el Foro de Davos, que el mantenimiento del empleo en la planta «está garantizado».

La inversión en la planta de pinturas se iba a realizar tras un ERE que supuso la salida de 600 empleados de la planta, y que en principio iba asegurar el futuro de las instalaciones. Finalmente no ha sido así. «El plan que teníamos hace un año tenia una prevision de 60 o 70,000 vehículos anuales en Barcelona, la mayoria pick up, y 3a eNV200. Se daba por hecho que habria un acuerdo para reducir cierto número de empleados, pero a la vez habría un compromiso para realizar ciertas inversiones para adaptar a Euro6 los motores de las pick up y la planta de pintura, que iba a empezar a funcionar a partir de 2024», ha explicado De Ficchy este jueves.

«Entre medias ha habido cambios significativos: se ha producido la decisión de mercedes de retirar la producción del Clase X a partir de mayo, cuando el plan oroginal era que su fabricación llegara a 2027. Era casi el 57% de la producción en la fábrica. Se ha producido una contracción en el negocio de las pick up en Europa por la evolución de la normativa y la presión que han sufrido los volúmenes en general. Eso ha ido acompañado de una reducción de la demanda fuera de Europa. Sin los volúmenes generales que habíamos considerado y que justificarían esas inversiones que habíamos previsto hacer, y que se iniciaron, la ecuación no da un resultado sostenible. Cuando hemos observado esa contracción de los volúmenes hemos analizado la opcion de asignar un nuevo modelo pero incluso con eso no hubiera sido sostenible por la reducción de los volúmenes de las furgonetas», ha ampliado el máximo responsable de Nissan en Europa.

El plan de futuro de Renault y Nissan, desvelado ayer, confirmaba que la planta no tiene encaje en su alianza. Pero el cierre de las instalaciones, infrautilizadas y sin nuevas asignaciones de modelos, sobrevolaba desde hace años. Nissan cerró su último ejercicio fiscal (el 31 de marzo) con unas pérdidas de 5.688 millones de euros en el ejercicio fiscal de 2019, cerrado el 31 de marzo, muy por encima del retroceso de 818 millones que estimaba hace tan solo dos meses. Makoto Uchida ha desvelado que en el marco de su proceso de reestructuración se reducirá un sueldo un 30%.

En varias ocasiones Nissan había avisado de que la planta, en dura competencia con Sunderland, donde se fabrican el Qashqai y el Juke, era una de sus instalaciones menos competitivas. La factoría lleva una década sin inversiones importantes. Y ninguno de los modelos asignados en los últimos años había logrado éxito comercial, a excepción de la furgoneta eléctrica NV200, cuyo reemplazo se fabricará en Francia, y de la cual Barcelona solo fabricaba, desde 2019, su versión eléctrica. El fracaso más sonado fue el compacto Pulsar, presentado en 2014, que tenía la ambición de alcanzar un 2,5% de cuota de mercado. Nunca la alcanzó, y en 2018 se confirmó su final definitivo. La multinacional también produce la pick up Navara, el último modelo de Barcelona junto con la eNV200, en Sudáfrica y Tailandia.

La ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, ha afirmado que se han ofrecido «todo tipo de apoyos, acompañamientos, ayudas y planes» para intentar evitar el cierre de la planta de Nissan en Barcelona, pero que la compañía tiene un plan para «recentrar sus actividades independientemente de lo que los gobiernos europeos hayan podido ofrecer». Según los sindicatos, la planta ha recibido 179 millones de euros en fondos públicos desde 2009.

Período de negociaciones


Según explican desde el Ministerio de Industria, una vez conocida la decisión se inicia un período de negociaciones en el que se establecerán los plazos y las condiciones del proceso. El Gobierno convocará «en los próximos días» a la Generalitat de Cataluña, Ayuntamiento de Barcelona, Consorcio Zona Franca y centrales sindicales para analizar la situación y estudiar «escenarios de futuro». La última esperanza a la que se agarraba la plantilla es que para Nissan el coste de cerrar la fábrica -que el pasado año produjo 55,000 vehículos- fuera mayor que el de seguir. El Ministerio de Industria cifraba esta semana este coste en unos 1,000 millones de euros.