Nuevo York.-Expertos de Naciones Unidas han sacado a la luz una misión secreta de mercenarios occidentales en Libia para apoyar al general Jalifa Haftar, según un documento confidencial al que ha tenido acceso DPA.
Expertos de Naciones Unidas han sacado a la luz una misión secreta de mercenarios occidentales en Libia para apoyar al general Jalifa Haftar, según un documento confidencial al que ha tenido acceso DPA.
Bajo el nombre ‘Proyecto Opus’, al menos 20 personas de Australia, Francia, Malta, Sudáfrica, Reino Unido y Estados Unidos subieron a bordo de un avión de carga en Jordania a finales de junio de 2019 con destino a Libia.
Oficialmente, su viaje tenía carácter científico para llevar a cabo «investigaciones geofísicas e hiperespectrales» en Libia en nombre de Jordania, pero el informe de la ONU sostiene que era una «tapadera». En realidad, todos ellos eran miembros de empresas militares privadas.
Su cometido presuntamente era detener los barcos de suministro turcos dirigidos a Trípoli e interceptar los suministros de armas para las fuerzas que respaldan al Gobierno reconocido internacionalmente, al que las fuerzas que comanda Haftar quieren desalojar de la capital, según el informe.
La ONU ha documentado la presencia de mercenarios extranjeros trabajando en el país y ha denunciado que el actual embargo de armas que pesa sobre el país ha sido violado múltiples veces, con la llegada de armas procedentes de varios países, incluida Turquía, que apoya al Gobierno de unidad.
Según el informe de la recién descubierta misión, la planificación de la operación secreta fue realizada principalmente por empresas afincadas en Emiratos Árabes Unidos –uno de los principales apoyos externos de Haftar, destacando «Lancaster6» y «Opus Capital Asset».
Ambas habrían suministrado seis helicópteros militares en Sudáfrica a mediados de junio de 2019, trasladados primero a Botsuana por tierra y que luego volaron a Benghazi, en el este de Libia, donde tiene su bastión Haftar.
Al mismo tiempo, en Malta, «Opus Capital Asset» alquiló dos lanchas inflables militares para equiparlas con ametralladora y las trasladó a Benghazi el 27 de junio. Sin embargo, la supuesta misión secreta fue abortada por razones desconocidas unos pocos días después sin que haya indicios de que se llegara a realizar ningún ataque.
