Tesla desafía a las autoridades y vuelve a fabricar coches en California

Elon Musk está dispuesto a ser arrestado para recuperar la actividad en su fábrica de Fremont, al este de San Francisco

Tesla ha vuelto a producir coches en su planta de Fremont, California, la más importante con la que cuenta a nivel mundial. Y lo ha hecho pese a la prohibición que rige en el condado de Alameda, al este de San Francisco, de mantener la fábrica cerrada para prevenir el contagio del Covid-19, una pandemia que ya se ha cobrado más de 2.700 vidas en el estado más poblado del país. Varios empleados de la planta confirmaron a The Verge que trabajaron en unas 200 unidades del Model Y y Model 3 durante el fin de semana y el lunes, Elon Musk, el CEO, ratificó que han retomado la producción.

Dos días después de anunciar una demanda contra el condado de Alameda, el empresario sudafricano ha asegurado ahora que está dispuesto a dejarse arrestar si las autoridades deciden tomar medidas para cerrar la planta de Fremont. «Si alguien tiene que ser arrestado, que sea solo yo», escribió.

Musk llamó «ignorante» al jefe interino de sanidad del condado por ir contra las políticas del propio gobernador de California, Gavin Newsom, que la semana pasada dio luz verde a la reapertura de una parte de la economía californiana. Dio prioridad, eso sí, a los dictámenes de cada condado al respecto. En el de Alameda, de momento, consideran que Tesla no cumple con los requisitos sanitarios necesarios para reabrir.

La demanda interpuesta es un paso más en la particular cruzada de Musk contra las órdenes de confinamiento impuestas desde marzo en un estado que ha amenazado con abandonar. «Esto es el colmo», apuntó en Twitter. «Tesla trasladará su sede principal y futuros programas a Texas/Nevada de forma inmediata. Si mantenemos alguna actividad en Fremont dependerá de cómo nos traten en el futuro. Tesla es el último fabricante de coches que queda en California». De llevar a cabo la amenaza, supondría un mazazo de consideración para la economía de Silicon Valley.

El empresario sudafricano ha tildado de «fascistas» los encierros obligatorios por coartar la libertad de los ciudadanos y «encarcelar a la gente en sus casas, en contra de sus derechos constitucionales». A principios de marzo le dijo a los empleados de Space X, otra de sus compañías con sede en California, que es más factible morirse en un accidente de coche que por causas relacionadas con el coronavirus.

Las imágenes del párking lleno el lunes no dejaba lugar a dudas del desafío. Musk quiere volver a recuperar el ritmo de producción en una fábrica que espera produzca más de medio millón de coches este año, un récord para la compañía de vehículos eléctricos. La planta de Fremont lleva cerrada desde el pasado 23 de marzo.

El motivo del conflicto son 10 días. Las autoridades del condado se habían planteado permitir la reapertura de la fábrica el 18 de mayo mientras que Musk pretendía volver el 8 de este mes. Scott Haggerty, el supervisor del distrito donde está localizada la planta, ha indicado que el acuerdo está cerca para incorporar de «forma segura» a un 30% de la plantilla. Pero la ira del poderoso millonario ya está desatada.