HRW denuncia la presentación de «cargos aparentemente falsos» contra un periodista crítico en Marruecos

Human Rights Watch ha reprochado a las autoridades marroquíes la presentación de «cargos falsos» contra el periodista y activista Omar Radi, que está procesado por espionaje y violación.

«Las autoridades podrían estar forzando el sistema judicial para silenciar a una de las pocas voces críticas que quedan en los medios de comunicación marroquíes», ha apuntado HRW en un comunicado.

Radi, de 34 años, está en prisión desde el 29 de julio y podría ser condenado a hasta diez años de cárcel si se prueban los cargos de espionaje que se le imputan por realizar una investigación supuestamente por encargo de clientes extranjeros. Radi ha negado todos los cargos, incluido el de violación, ya que asegura que la relación fue consentida.

«Plantear cargos aparentemente falsos contra periodistas críticos forma parte del guión del Gobierno marroquí para perseguir la disidencia», ha afirmado el director en funciones de HRW para Oriente Próximo y el Norte de África, Eric Goldstein. «Los cargos de espionaje y la cascada de acusaciones adicionales parecen confeccionados para derribar a Omar Radi», ha añadido.

HRW ha entrevistado a Radi antes de su detención, a su padre, sus dos abogados, tres compañeros y cuatro testigos de dos incidentes por los que está siendo procesado. También ha examinado «la información publicada en páginas web supuestamente afines a las fuerzas de seguridad, varios de los cuales coinciden con la versión presentada al juez instructor», ha indicado.

Driss Radi, padre del periodista, denuncia la intensa campaña de difamación y persecución policial, una «tortura psicológica» que derivó en un diagnóstico psiquiátrico fechado el 28 de julio que exigía 30 días de libranza. Fue detenido al día siguiente.

El caso parece basarse en los mensajes de texto que intercambió Radi con un diplomático extranjero, con los contratos que firmó con una empresa de consultaría extranjera para realizar una investigación en Marruecos y la beca que recibió para investigar el impacto social de las expropiaciones de tierras comunales.

«Marruecos tiene un largo historial de procesos penales contra disidentes pacíficos, pero la sucesión de cargos contra Omar Radi se lleva la palma», ha afirmado Goldstein. «Las autoridades deberían retirar todos los cargos infundados, ponerle en libertad condicional y garantizar un proceso justo y transparente», ha remachado.

Radi trabaja como periodista freelance principalmente para el portal de noticias marroquí Le Desk y pertenece al Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (CIPI). Suele escribir sobre Derechos Humanos, movimientos sociales y derechos sobre terrenos.

Radi ya fue encarcelado por un mensaje en Twitter crítico con un juez en diciembre de 2019. En junio Amnistía Internacional denunció que su teléfono había sido pirateado con software israelí que solo se vende a gobiernos.