Inditex, dueña de las marcas de moda como Zara o Bershka, fue denunciada al igual que otras tres multinacionales del sector textil en Francia por Sherpa y otras organizaciones que las acusan de ser cómplices y beneficiarse del trabajo forzado impuesto a la minoría uigur en China.
En un comunicado, Sherpa, el Colectivo Ética en las Etiquetas y el Instituto Uigur de Europa indicaron que su denuncia presentada también junto a una víctima uigur, fue interpuesta ayer ante el Tribunal Judicial de París.
Desde al menos 2019, según su nota, periodistas e investigadores han revelado la existencia de trabajo forzado sistemático por parte del gobierno chino en la región uigur de Xinjiang, donde se produce cerca del 20 por ciento del algodón mundial.
Los demandantes alertan de que, según distintas informaciones públicas, Inditex, Uniqlo, Sketchers y SMCP, que es propietaria de las marcas Sandro o Maje, al parecer subcontratan una parte de su producción o comercializan productos que usan algodón producido en esa región, «lo que las hace cómplices de los graves crímenes perpetrados».
Aunque su procedimiento aspira a que la Justicia examine la cuestión de forma más global, la denuncia va dirigida específicamente contra esas cuatro compañías porque las ONG dicen disponer de las pruebas necesarias contra ellas para alertar a los jueces.
Sherpa y los otros demandantes, que el lunes darán más detalles en una conferencia de prensa, indican que el paso dado en Francia es el primero de una serie de demandas que se interpondrán en los próximos meses en otros países europeos.
Su iniciativa, según añadieron, se inscribe en su lucha «contra la impunidad de las empresas trasnacionales y en favor del acceso de las víctimas a la justicia y a la reparación».
Esa demanda busca esclarecer el rol desempeñado por las multinacionales en los crímenes cometidos contra la población uigur y permitir que la jurisdicción francesa se pronuncie sobre su eventual responsabilidad penal.
