AstraZeneca, Moderna y Pfizer ponen ‘frío’ a euforia por vacuna contra COVID-19: no nos apresuraremos

  • Las compañías se comprometieron a enviar las vacunas para su aprobación solo cuando esté demostrado que son seguras y eficaces, en medio de la presión para lanzarlas pronto.

Los laboratorios farmacéuticos que compiten por producir vacunas contra el COVID-19 se comprometieron a evitar métodos científicos abreviados mientras que enfrentan la presión de lanzar pronto una vacuna al mercado.

En una inusual carta pública, las empresas acordaron enviar las vacunas para su aprobación solo cuando se demuestre en grandes estudios clínicos que son seguras y eficaces. Los directores ejecutivos de nueve de las firmas que lideran la carrera por lanzar una vacuna contra el coronavirus firmaron el compromiso: AstraZeneca, BioNTech, GlaxoSmithKline, Johnson & Johnson, Merck & Co., Moderna, Novavax, Pfizer y Sanofi.

“En aras de la salud pública, nos comprometemos a hacer de la seguridad y el bienestar de las personas vacunadas nuestra máxima prioridad siempre”, escribieron los ejecutivos.

El documento pretende rebatir las percepciones de que la presión política por lanzar una vacuna lo antes posible pueda comprometer su seguridad. El presidente estadounidense, Donald Trump, ha dicho que una vacuna podría estar lista antes de las elecciones presidenciales de noviembre, y ha acusado a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de desacelerar su trabajo para perjudicarlo políticamente.

La confianza de la ciudadanía en una vacuna será fundamental a la hora de que las autoridades de salud pública intenten convencer a millones de personas sanas de todo el mundo de que se vacunen. El compromiso también incluyó la promesa de que las empresas trabajarían para garantizar que haya opciones de vacunas “aptas para un acceso global”.

Escaso tiempo

“Creemos que este compromiso ayudará a garantizar la confianza del público en el riguroso proceso científico y regulatorio con el cual se están evaluando las vacunas contra el COVID-19 y en virtud del cual podrían, finalmente, ser aprobadas”, señalaron los directores ejecutivos en la carta.

Los laboratorios farmacéuticos han comprimido los plazos de desarrollo para sus vacunas —que normalmente tardan años— a meses, y los primeros resultados de algunas de las más adelantadas se esperan para antes de fin de año. Pfizer ha dicho que podría tener resultados de importantes pruebas en octubre.

Las empresas indicaron que cumplirían con las expectativas de la FDA respecto de realizar estudios con participantes de diversas poblaciones. Moderna desaceleró hace poco la inscripción de su ensayo, lo que provocó un retraso de cerca de una semana, con el fin de reclutar a más personas de comunidades minoritarias con alto riesgo de contraer el virus, informó CNBC.

Cualquier dato que forme la base de una autorización de uso de emergencia para una vacuna debe hacerse público, apuntó la semana pasada el director ejecutivo de Merck, Ken Frazier. “De hecho, la comunidad científica puede analizar detenidamente esos datos y asegurarle al público que han sido examinados de manera objetiva”, señaló Frazier en una reunión de fabricantes farmacéuticos.

El compromiso no incluyó a las chinas Sinovac Biotech y CanSino Biologics. Rusia y China ya comenzaron a usar vacunas experimentales de forma limitada antes de que se completaran los ensayos en humanos.